Descripción
La Planta
El
FAGUS sylvatica f. tortuosa , o haya común tortuosa, no deja a nadie indiferente. Su aspecto singular la convierte en una verdadera escultura viviente. De hecho, sus ramas retorcidas y nudosas parecen bailar en el aire. Estas formas únicas, lejos de ser fruto de la casualidad, son el resultado de una genética caprichosa.
Además, el haya tortuosa es un árbol robusto que se adapta a numerosas condiciones. Ya sea plantada en solitario para destacar sus formas extravagantes o en grupo para crear un seto original, aportará un toque de elegancia a su jardín. Su denso follaje ofrece una sombra agradable en verano, mientras que su arquitectura desnuda en invierno revela toda la belleza de sus líneas sinuosas.
Dada su robustez y longevidad, no cabe duda de que es una planta que maravillará a muchas generaciones futuras. Si le gusta este magnífico haya, seguramente también adorará su variante púrpura, que puede consultar aquí.
¿Plantación y cuidado del FAGUS sylvatica f. tortuosa?
¿Cómo se planta?
Para empezar, elija un lugar soleado o de semisombra y un suelo bien drenado. Luego, plante su joven árbol siguiendo nuestros consejos de plantación que puede consultar aquí.
¿Cómo se cuida?
Riegue el árbol regularmente durante los primeros años para favorecer su enraizamiento (siga nuestros consejos de riego aquí). Una vez establecido, el haya tortuosa requiere pocos cuidados.
Si lo desea, puede podarlo en enero o febrero (por ejemplo, una poda de aclarado).
Con estos sencillos cuidados, su haya tortuosa se desarrollará armoniosamente y florecerá durante siglos.
Historia y Origen
Sin embargo, el origen exacto de este árbol sigue siendo un misterio. De hecho, algunos botánicos creen que se trata de una mutación natural del haya común, mientras que otros lo consideran el resultado de una selección natural a lo largo de los siglos. En cualquier caso, una cosa es cierta: el haya tortuosa ha fascinado a los humanos durante siglos.
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